Fracaso de Hugo de Moncada

Tras el fracaso de la primera expedición contra Argel, murió el rey musulmán de Tremecén. Contra el legítimo sucesor se levantó un pretendiente que es vencido y hecho prisionero. Pero antes pidió ayuda a Arux Barbarroja, el cual derrotó e hizo huir al legítimo sucesor y colocó en el trono al pretendiente. Pero el gobierno de éste fue efímero, porque Arux Barbarroja acabó matándole en 1517 y proclamándose rey de Tremecén.

Entretanto, el legítimo sucesor del difunto rey de Tremecén se refugió en Orán en su calidad de vasallo tributario de España, y pidió auxilio al gobernador, don Diego Fernández de Córdoba, marqués de Comares. Este le cede 300 soldados veteranos para luchar por su causa. Los siguientes días son de una lucha sin cuartel entre el marqués de Comares y Arux Barbarroja. El hermano de éste, Jeir ed Din, envió desde Argel un contingente turco de refuerzo mandado por un tercer hermano de los piratas, que resultó muerto en uno de los combates que se sucedieron.

Por su parte, el marqués de Comares reforzó sus tropas con un nuevo contingente de algunos centenares de aguerridos soldados al mando de Martín Argote. Los españoles sufren una emboscada y padecen graves pérdidas. Pero se rehicieron y presentaron batalla en Tremecén en 1518, donde logran vencer a los turcos y hacer huir a Arux Barbarroja. Este es perseguido por los españoles y finalmente muerto por el alférez García Tineo.

Al saber de la muerte de Arux Barbarroja y de que su hermano se proclamó rey en Argel y que adquiría prestigio en Túnez y Marruecos, Carlos I ordenó el ataque y conquista de Argel para cortar el mal de raiz.

Se nombró a Hugo de Moncada como jefe de la expedición, que estuvo formada por 4.500 soldados de los tercios viejos españoles y 3.000 soldados veteranos y experimentados de los presidios de Bujía y Orán. Se impuso la presencia en la expedición del capitán Gonzalo Mariño como asesor de Moncada por su experiencia y conocimiento de las guerras de Africa.

El 17 de agosto de 1518 los españoles desembarcaron en las costas de Argel sin dificultad. Acto seguido ocuparon y fortificaron un cerro próximo a la plaza de Argel y solicitaron la rendición de ésta. Se celebró un consejo de guerra para acordar el plan de acción. Hugo de Moncada era partidario de atacar Argel inmediatamente, sobre todo despues de haber sido rechazada la solicitud de rendición enviada a los defensores de la plaza. Pero el capitán Gonzalo Mariño propone esperar hasta recibir las tropas de refuerzo que había prometido enviar el rey de Tremecén, y logra imponer su opinión.

Los españoles pasaron insensatamente ocho días inactivos frente a las murallas de Argel, esperando en vano la llegada de la ayuda prometida. El 24 de agosto una terrible tempestad asoló la costa, y fue de tal intensidad que provocó el desastre de la escuadra española y de las numerosas tropas embarcadas. Al día siguiente las olas arrojaron a la extensa playa argelina los restos de 26 buques y los cadáveres de unos 4.000 españoles.

Hugo de Moncada se vió obligado a retirarse a Ibiza con los restos de lo que quedó de su expedición, dejando en las playas de Argel todo el material de sitio que no pudo transportar.

Al año siguiente, 1519, don Hugo de Moncada fue derrotado de nuevo, esta vez en el mar por naves corsarias. Pero en 1520 logró desembarcar en la isla de Yerba y obtuvo la total sumisión del señor de la isla.