HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA
Campañas




SEGUNDA CAMPAÑA DE TÚNEZ (1535)

Conquista de La Goleta y Túnez por el emperador Carlos V

La Paz de las Damas, firmada en Cambrai en 1529 entre el emperador Carlos V y el rey Francisco I de Francia dió un respiro a aquel para que pudiera ocuparse de los asuntos africanos y volver a la lucha contra el poder turco en el Mediterráneo.




Toma de Túnez. Atlas de G. Braun. Colonia, 1575. SGE

Jeir ed Din Barbarroja era rey en Argel y Trémecen, y logró serlo también de Túnez, cuyo destronado soberano, vasallo de España, solicitó el socorro de Carlos V. El emperador entendió llegado el momento de intervenir. Para ello reunió una flota de 420 naves y un ejército de 25.000 soldados para atacar Túnez:

  • 4.000 soldados veteranos de los tercios viejos españoles, al mando del marqués del Vasto.

  • 8.000 soldados bisoños reclutados para la expedición, al mando del duque de Alba.

  • 7.000 soldados alemanos, al mando de Maximiliano Piedralla.

  • 4.000 soldados italianos, al mando del príncipe de Salerno.

  • 2.000 soldados portugueses, al mando del infante don Luis de Portugal.

  • 500 jinetes españoles escogidos.

  • Don Alvaro de Bazán mandaba la escuadra española; Andrea Doria hacía lo propio con la siciliana; también participaron en la empresa las escuadras de Génova, Portugal y el Papa.

El 30 de mayo de 1535 la flota zarpó del puerto de Barcelona al mando del propio emperador. Recaló en Mallorca y se dirigió a Cagliari, Cerdeña, donde se detuvo para que se le reunieran las naves y tropas procedentes de Italia.

El 16 de junio llegaron a Puerto Farina, y el ejército comenzó el desembarco en la playa de Cabo Cartago, que finalizó al día siguiente sin que las tropas de Barbaroja pudieran impedirlo a pesar de sus intentos.

El ejército se dirigió a La Goleta, plaza fuertemente fortificada y artillada situada a la vista de las murallas de Túnez. Durante cerca de un mes se sostuvieron contínuos y cruentos combates y escaramuzas. Por fín, el 14 de julio la artillería abrió una brecha en el muro de La Goleta, por la que se lanzaron los tercios españoles al asalto. Los turcos que defendía la plaza sucumbieron ante el arrollador ataque.

Seis días más tarde, Jeir ed Din Barbarroja presentó batalla a los pies de Túnez. Algunos historiadores cifran sus fuerzas en 80.000 infantes y 25.000 jinetes. A pesar de su superioridad los turcos fueron derrotados y buscaron refugio tras las murallas de Túnez. Pero allí los cautivos que estaban recluidos en la alcazaba se hicieron dueños de la fortaleza. Barbarroja no pudo reducirlos, y para evitar quedar cogido entre dos fuegos, huyó con sus tropas y tesoros.

Al día siguiente, 21 de julio, Túnez se rindió sin condiciones al emperador Carlos V. Por el pacto hecho con Muley Hacen, el depuesto rey de Túnez, esta ciudad quedó en su poder, mientras que La Goleta quedó en poder de los españoles.

La escuadra española envió naves en persecución de Barbarroja al mando de Adán Centurión. Una vez alcanzado el pirata, el español no se atrevió a atacarle. Fue reforzado por la escuadra de Andrea Doria, pero el pirata consiguió escapar a su refugio de Argel. La escuadra aliada tan solo pudo desembarcar en la ciudad de Bona, que fue destruida y abandonada poco tiempo después.





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