El 24 de agosto las tropas españolas (7 jefes, 17 capitanes, 60 oficiales subalternos y 840 soldados) salieron de la Habana por la puerta de la Punta para embarcarse en varios transportes ingleses. Ese día y los siguientes se embarcaron 57 personas (familiares y criados) de las autoridades españolas. Zarparon juntos el 30 de agosto rumbo a España[01], llegando las autoridades a Cádiz en 25 de octubre.

La pérdida de la Habana fue ruinosa para España, pues los británicos se apoderaron de 9 navios de guerra, "25 barcos mercantes, almacenes llenos de mercancías, 104 cañones de bronce, 250 cañones de hierro, numerosas balas de cañón, granadas de mano, quintales de pólvora, cajas de azúcar, cacao, cuero, tabaco, etc..."", todo ello equivalente a 13 millones de pesos de a 8 reles, o 3 millones de libras exterlinas, además de 330.000 pesos de la Real Compañía de la Habana[02].

El 28 de octubre el gobernador Portocarrero fue requerido para presentarse en la Corte a dar explicaciones de lo ocurrido. El rey quedó tan conmocionado que el 23 de febrero de 1763 ordenó que se formase una Junta para juzgar los hechos, presidida por don Pedro pablo Abarca de Bolea, conde de Aranda.

  • El gobernador Portocarrero fue condenado a muerte y al pago compensatorio con sus bienes por las pérdidas de caudales públicos sufridos por la Real Hacienda. El rey Carlos III le conmutó la pena por la de pérdida de empleo y destierro permanente de la Corte. Portocarrero fue a vivir a Vitigudino, donde vivió pobre, que no fue a más porque el propio rey le enviada dinero para que pudiera sobrevivir. Murió en 1770, con 54 años.

  • Igual sentencia y conmutación de pena recayó en el jefe de escuadra Hevia. Sin embargo, Hevia fue protegido por su suegro, el famoso capitán general de la Real Armada, Juan José Navarro de Viana y Búfalo, I marqués de la Victoria. Logró ser restituido en el empleo y ascendió a teniente general y comandante general de los batallones de Marina. Murió en 1773, con 69 años.

  • El conde de Superunda y don Diego Tabares fueron condenados a diez años de pérdida de empleo y al embargo de sus bienes para reparar los daños causados a la Real Hacienda y a todos los particulares perjudicados, pero tiempo después lograron que se los devolvieran. Superunda murió poco después, en 1767, con 78 años. Desconozco lo ocurrido con don Diego Tabares.

  • El coronel Caro también fue condenado a pérdida de empleo. Se trasladó a Rusia para servir en el ejército del emperador, donde llegó a general. Era el hermano del marqués de la Romana.

  • El coronel Alejandro Arroyo fue exonerado de culpa, pero amonestado. Siguió su carrera en el ejército en varios destinos, siendo agregado al regimiento de Asturias y mandando el regimiento de la Corona. Ascendió a mariscal de campo en 1779 y pasó sus últimos años en varios cargos en Cataluña como gobernador de la Ciudadela de Barcelona y corregidor y gobernador militar y político de Lérida y Barcelona. Murió en Madrid en 1791 con 80 años[03].

  • El coronel Ingeniero en jefe Baltasar Ricaud fue condenado a dos años de suspensión de empleo y destierro a 40 leguas de la Corte. En agosto de 1767 fue reintegrado al servicio y destinado a Galicia. Participó en la campaña de Argel de julio de 1775. Ascendió a Ingeniero director en 1776, abrigadier en 1789 y a mariscal de campo en 1791. Falleció en julio de 1794 a los 79 años.

  • Conocido por el rey Carlos III la actuación del comisario Lorenzo de Montalvo durante el asedio, fue recompensado con el grado de intendente de Marina, la encomienda de la Orden de Santiago y el título de conde de Macuriges, nombre de la hacienda que tenía a las afueras de la Habana. Fue el primer intendente de Marina de la isla de Cuba.

El rey Carlos III quiso recompensar el heroismo, valor y sacrificio del capitán de navío Velasco. Para ello concedió el título de marqués de Velasco del Morro y una pensión anual de mil pesas a familiar más cercano, su hermano Íñigo; desde enero de 2023, don Antonio Gómez de Olea y López de Letona es el actual VIII marqués de Velasco. Además, ordenó que la Armada española tuviera siempre en su dotación un buque llamado Velasco; esta tradición se ha mantenido hasta 1994, año en que el "buque de desembarco de tanques" Velasco L-11 fue retirado. Actualmente no hay ningún buque Velasco en servicio.

Similarmente, el rey quiso recompensar el heroismo, valor y sacrificio del capitán de navío González. Para ello nombró vizconde del Asalto del Morro, con pensión vitalicia, a su hermano que era capitán de Guardias Españolas. Hoy día, doña María Teresa Morenés y Urquijo, de 78 años, es la actual X vizcondesa del Asalto.

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NOTAS:

    [01] Guiteras, op. cit., pág. 198.

    [02] Morón, "Juicio por ...", pág. 20.

    [03] Cerro, op. cit., pág. 23.