Además de la Real Academia Militar de Matemáticas de Barcelona se crearon otras dos, una en Orán poco después de la conquista de la plaza en 1732, y otra en Ceuta en 1739. Ambas se rigieron por la misma Ordenanza de 1739 que regía la Academia de Barcelona, pero con personal más escaso, reducido tan solo a dos Ingenieros (muchas veces tan solo uno sólamente), y con recursos muy mermados. Su vida fue mucho menos brillante que la de la Academia de Barcelona, y podría calificarse de verdaderamente angustiosa.
Ambas academias se cerraron en 1789, tras cincuenta años de existencia.
Por Real Orden de 22 de septiembre de 1789 se suprimieron las dos academias de Orán y Ceuta, y en su lugar se establecieron otras dos en Zamora y Cádiz, que se regían por el reglamento de la Academia de Barcelona, perteneciendo sus directores y profesores al Real Cuerpo de Ingenieros. Los alumnos se distribuyeron de la siguiente manera:
La Academia de Barcelona recibiría los alumnos de las guarniciones de Cataluña, Aragón, Valencia, Orán y Baleares.
La Academia de Cádiz, bajo la dirección de don José del Pozo y Sucre, recibiría los alumnos de las guarniciones de Andalucía, Extremadura, Murcia y Ceuta.
La Academia de Zamora, bajo la dirección de don Fausto Cavallero, recibiría los alumnos de las guarniciones de ambas Castillas, Galicia, Navarra y Vizcaya.
El 22 de enero de 1799 el general O´Farril presentó al Generalísimo Godoy un plan para crear una Escuela Militar para formar a los oficiales de Infantería, Caballería y Dragones. Proponía un cupo de 100 ó 120 cadetes de Infantería, y 40 ó 50 de Caballería y Dragones, pero que el edificio que los albergara tuviese cabida para 200 cadetes en total, con objeto de que se pudiesen añadir 20 ó 30 oficiales de poca edad que necesitasen perfeccionar su educación. Contemplaba un plan de estudios de tres años, exigiéndose a los cadetes dos años de servicio en los regimientos antes de ingresar en la Academia Militar. Al finalizar el plan de estudios los alumnos podrían presentarse al ingreso en la Academia de Ingenieros. Aunque el general O´Farril proponía que la nueva Academia Militar se crease sobre la base de la de Zamora, proponía que se estableciese finalmente en Toledo, Guadalajara o Alcalá de Henares, donde había edificios más capaces y apropiados.
La propuesta del general O´Farril no prosperó. No obstante, al crearse la Academia de Ingenieros en Alcalá de Henares en 1803 se suprimieron las academias de Barcelona y Cádiz. La Academia de Zamora se mantuvo como centro de instrucción de los oficiales del Ejército, bajo la dirección del coronel de Ingenieros don Agustín Bueno Ortiz. En ella se estudiaban los dos primeros años de las antiguas Academias de Barcelona y Cádiz, que servían de estudios preparatorios para la Academia de Ingenieros de Alcalá de Henares.
Estudio histórico del Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Edición facsímil de la Inspección de Ingenieros. Madrid, 1987. Tomo II. Páginas 13-24.