HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA
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ABU-L-JATTAR AL-HUSSAM IBN DIRAR (743 - 745)

Decimocuarto gobernador de Al-Andalus

La llegada del nuevo gobernador sirvió para pacificar el país, que llevaba unos tres años sumido en el caos y luchas civiles. A su llegada Thaalaba huyó del país acompañado de otros diez notables sirios, entre los que se encontraba el antiguo gobernador Uthman ibn Abi Nisa. Amnistió a los dos hijos del difunto Abd al-Malik y dispuso la expulsión de Abd al-Rahman ibn Habid y de cuantos jefes árabes de Ifriqiya se habían servido de las luchas habidas para vengarse de los sirios de viejas rencillas. Abd al-Rahman ibn Habid partió d Al-Andalus el 14 de febrero de 744.

Entre sus medidas de gobierno alejó de Córdoba a los guerreros sirios. Les dio en beneficio los tributos que pagaban los cristianos que habían capitulado y pactó con ellos su asentamiento en diversas tierras de Al-Andalus a cambio de la movilización de sus "chunds" o divisiones de guerreros en caso de necesidad. Les correspondieron los siguientes distritos:

TRIBU

DISTRITO

Emesa

Sevilla y Niebla

Palestina

Sidonia y Algeciras

Jordán

Reyyo (Málaga)

Damasco

Elvira (Granada)

Qinnasrina

Jaén

Egipto

Ocsonoba, Beja y Todmir

Asesinato del califa Walid II. Nueva rebelion en Africa

En el 743 murió el califa Hixam y fue proclamado su sobrino Walid II. Su estilo de vida presuntamente no ortodoxo y antiislamita, así como su mal manejo de la política de facciones en Siria, provocaron una insurrección militar y el asesinato del nuevo califa al año de su subida al poder, en 744.

Esta subversión en el centro produjo la misma reacción en la periferia. En Ifriqiya se levantaron los árabes nativos a cuyo frente se colocó Abd al-Rahman ibn Habid, el bisnieto del famoso Uqba ibn Nafqi, que fue el fundador de la ciudad de Qayrawan y pionero de la expansión árabe en Africa del Norte. El gobernador Hanzala ibn Safwan, sin el apoyo califal, se vio obligado a huir.

Ifriqiya quedó bajo el poder de Abd al-Rahman ibn Habid durante una larga década, hasta que murió asesinado en 755.

A su territorio huyó Abd al-Rahman ibn Muawiya buscando refugio de la persecución abásida, pero el gobernador quizo matarle, por lo que tuvo que huir de nuevo.

Nueva rebelión en Al-Andalus

Los ecos del asesinato del califa también llegaron a Al-Andalus, produciéndose una rebelión contra el gobernador Abu-l-Jattar a causa del descontento de su política partidista.

Abu-l-Jattar comenzó a favorecer descaradamente a los kalbíes yemeníes que había en Al-Andalus. Al-Sumayl ibn Hatim, de la división de Qinnasrina y jefe de los qaisíes peninsulares, fue despechado por el gobernador, lo que motivó su alzamiento, aprovechando el vacio de poder creado por el asesinato del califa Walid II.

Aunque el mando efectivo lo tenía de hecho Al-Sumayl, debido a su inferioridad numérica buscó como aliado a un tal Thawala ibn Salama, un kalbí oriundo de Palestina de la tribu Chudham. Recibió la oferta de levantar su tribu y la de Lajm a cambio de la jefatura nominal de la rebelión. Al estallar la lucha, los insurgentes se reunieron en Sidonia. Se enfrentaron a las tropas del gobernador en el rio Guadalete en abril de 745, derrotandolo y haciendo prisionero a Abu-l-Jattar. Thawala entró en Córdoba y fue proclamado gobernador.

A finales de 746 Abu-l-Jattar sería liberado por sus partidarios, se uniría a la rebelión del kalbí Yahya al-Hurayth y acabaría ejecutado tras la batalla de Secunda en 748.




FUENTES: