EL ARMA DE INGENIEROS




OFICIALES DEL REAL CUERPO DE INGENIEROS


D. MARIANO ALBO (1786 - 18xx)

Capitán de Ingenieros. Coronel de Infantería. Arquitecto.

Promoción: Cuarta de Alcalá de Henares (1° época)
Número de escalafón: 77 de Alcalá de Henares (1° época)
Número de promoción: 19

Nació en Madrid el 26 de julio de 1786. En 1799 ingresó en la Academia Militar de Zamora para el estudio de las Matemáticas y Arte de la Guerra, siendo cadete del Regimiento de Infantería de Sevilla. Participó con su Regimiento de Infantería en la campaña de Portugal de 1803, dejando momentáneamente los estudios, que reanudaba al final de la citada campaña en ese mismo año. Al acabar la campaña ingresó como alumno en la Academia de Ingenieros, recién creada en Alcalá de Henares, de la que salió como Subteniente e ingresando en el Real Cuerpo de Ingenieros con la promoción del 4 de septiembre de 1805.

Al salir de la Academia fue destinado al Regimiento Real de Zapadores Minadores, en el que fue unos de los subtenientes que participó en la Fuga de los Zapadores. En efecto, al conocerse el levantamiento del 2 de mayo de 1808 en Madrid, formó parte de la columna, que con su armamento y la bandera del primer Batallón abandonó Alcalá de Henares el 25 de ese mismo mes con destino a Valencia, donde se integraron en el Ejército allí formado para combatir a las tropas francesas.

En junio de 1808 fue promovido a Capitán de Ingenieros por la Junta Superior de Valencia, siendo destinado a la plaza de Tortosa al mando de una Compañía de Zapadores. Desde esta plaza realizó reconocimientos sobre Morella y Alcañiz. Posteriormente pasó a Zaragoza, participando en la defensa de dicha ciudad hasta que los franceses levantaron el primer sitio. Destinado al Ejército de Aragón, se halló en la batalla de Tudela y acción de Alfaro, y mas tarde, en la destrucción del puente de Tudela, ante la aproximación del enemigo, operación que permitió la retirada del Ejército de Aragón, acogiéndose a Zaragoza. Permaneció en la plaza hasta que su Ejército salió por Cinco Villas para Navarra, donde una vez llegados fue comisionado para que reconociera la entrada por los Pirineos por los puertos de Canfrant y Sallent.

Terminada la comisión, se halló en la acción de Ibar, en octubre de 1808, en varios reconocimientos y en la construcción de defensas a finales de año, contando con su Compañía de Zapadores y 400 hombres voluntarios de Navarra, de un puente sobre el río Aragón. Terminadas las fortificaciones de campaña, permaneció defendiendo el puente hasta que su Ejército se retiró sobre Caparrós. Una vez cumplida su misión se retiró a su vez por Cinco Villas, después de sufrir graves pérdidas, acogiéndose a Zaragoza. Comenzado el segundo sitio de la inmortal ciudad, se halló en la defensa del Portillo y la Misericordia, destacando por su valor anta los ataques franceses, hasta el 28 de diciembre (1808) en que al contraer la epidemia que atenazaba a la ciudad, se le mandó con licencia al Ejército de Valencia.

Restablecido a principios de 1809, siguió las vicisitudes de su ejército hasta la retirada de Alventosa y posterior construcción y defensa de un campo atrincherado alrededor de Teruel, amenazado por el ejército francés mandado por el mariscal Souchet. En 1811, al mando de un Batallón de Zapadores estuvo trabajando en la mejora de las defensas del puerto de Sagundo, concurriendo en la batalla del mismo nombre el 25 de octubre de ese mismo año. En 1812 estaba en la plaza de Alicante, participando en su defensa, y en diciembre pasaba destinado a la Comandancia de Ingenieros de Cartagena, donde permaneció hasta marzo del siguiente año, en que marchaba al frente de las obras de rehabilitación del castillo de Lorca.

En julio de 1813 era designado Comandante de Ingenieros de la 4ª División del Ejército de Valencia, participando con posterioridad en el bloqueo y toma de Sagunto, en cuyas operaciones realizó reconocimientos de gran riesgo.

Llegada la paz, quedó sirviendo en la Dirección Subinspección de Ingenieros de Valencia. En abril de 1814 fue comisionado para realizar el reconocimiento y proyecto de la defensa de la costa Mediterránea, desde los Alfaques a la plaza de Denia. Un mes después iba destinado al Ejército de Observación de los Pirineos Orientales, entrando con él en Francia, hasta su disolución en enero de 1816.

En junio de 1816 se integró en el Ejército Expedicionario del Río de la Plata como Jefe del Parque de material de Ingenieros, pasando en mayo de 1819 voluntariamente a la situación de retirado en Madrid. Fue nombrado a finales de ese mismo año Interventor Mayor del Resguardo Militar de Cataluña. En mayo de 1820 volvía al servicio, siendo nombrado Jefe del Estado Mayor del primer Ejército de Operaciones en el que siguió sus vicisitudes hasta su capitulación en Barcelona, en noviembre de 1823, ante el Ejército llamado de “los Cien Mil Hijos de San Luís”. Estuvo como prisionero de los “Realistas” en el castillo de Tortosa, donde corrió el riesgo de ser ajusticiado. Fue conducido en junio de 1824 al de Monjuich en la plaza de Barcelona, logrando fugarse, al ser conducido al Hospital Militar por su precario estado de salud, embarcando para Gibraltar, de donde pasó a Italia y mas tarde a Francia.

En 1833 se acogió a la amnistía decretada el año anterior, volviendo a España, presentándose en Madrid, donde se le confirmó en su situación de retirado. En agosto de ese mismo año era nombrado Gobernador Militar y Político de Mérida. Intervino en la primera Guerra carlista, persiguiendo partidas de insurrectos, siendo ascendido sucesivamente a Comandante y Teniente Coronel de Infantería y en 1840 se le designó Teniente Coronel Mayor del Colegio General Militar de Segovia. De nuevo, pero en esta ocasión definitivamente, en febrero de 1849 se le concedía el retiro.

Fue Académico correspondiente de la Real Academia de Historia, Socio correspondiente de la Sociedad Arqueológica de España y recibió el título de Arquitecto en todos los dominios de España expedido por la Real Academia de Nobles Artes de San Fernando. Durante su exilio en Gibraltar dirigió la construcción del templo protestante de esa plaza, así como numerosas obras civiles, al igual que en Francia, donde también estuvo exiliado, dedicándose también a la enseñanza de las matemáticas.




FUENTES:
  • ARCHIVO GENERAL MILITAR DE SEGOVIA (AGMS.). Expedientes Personales.

  • VARIOS AUTORES. El Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Resumen Histórico de su Organización y Servicios durante la Guerra de la Independencia, Memorial de Ingenieros, Madrid, 1908.

  • Memorial del Arma de Ingenieros. Abril de 1911. Año LXVI, número IV. Tomo 66, página 329.

  • Carrillo de Albornoz. Abriendo Camino. Historia del Arma de Ingenieros. Tomo I. Notas 305 y 306, página 350.