HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA
Campañas




ASEDIO DE GIBRALTAR (1727)

Primer asedio de Gibraltar tras la firma del Tratado de Utrech.

Antecedentes

La recuperación de Gibraltar fue siempre uno de los ejes de la política exterior de Felipe V. Ya durante la negociación de la paz de Cambrai (1722-24) pareció que el rey Jorge I de Inglaterra se avenía a ello; y durante las negociaciones del embajador Ripperda ante el emperador de Austria para conseguir el matrimonio del infante Don Carlos con María Teresa, hija del Emperador, se trató la ayuda de Austria a España para recuperar Menorca y Gibraltar, que se confirmó en el llamado Tratado de Viena, firmado entre España y Austria en 1725.

Por su parte los británicos, preocupados por la política de rearme naval español y el renovado interés del nuevo ministro de Felipe V, Patiño, por sus colonias americanas, reaccionaron ante el Tratado de Viena con la firma de una alianza con Francia (Tratado de Hannover) en 1726 y el bloqueo de la ciudad de Portobelo.




Sitio de Gibraltar por las tropas españolas en 1727. Grabado alemán de la época.

El asedio (Febrero - Julio de 1727)

Como consecuencia de esta política de desencuentro hispano-británica, el rey Felipe V ordenó en diciembre de 1726 que las tropas españolas se dirigieran a Gibraltar. En este contexto, el Ingeniero General Próspero de Verboom, que se hallaba en Pamplona realizando tres proyectos para la defensa de la plaza y un plano general de la misma, fue llamado a Madrid en septiembre de 1726. En febrero de 1727 comenzó el asedio de la roca mediante un ejército al mando del marqués de las Torres y compuesto por 30 batallones de infantería, 6 compañías de carabineros, 900 caballos y un tren de sitio de 100 cañones, numerosos morteros y 4.000 quintales de polvora. Próspero de Verboom iba integrado en el ejército sitiador en calidad de Jefe de los Ingenieros de sitio.

Desde el primer momento, las relaciones entre Verboom y el marqués de las Torres fueron difíciles. Segun La llave y García, sus diferencias estaban originadas por una diferencia de criterio sobre la construcción de un almacén de pólvora en Pamplona, cuando el marqués era el gobernador de la Plaza y Verboom el Jefe de Ingenieros; esta diferencia de criterio aumentó a raiz de un informe de Verboom fechado en 1723 en Ceuta en la que el Ingeniero General rebatía una opinión errónea del marqués sobre las bóvedas a prueba. Este antagonismo del marqués le predispuso en contra de aceptar las propuestas de Verboom para el sitio de Gibraltar.

El ataque español comenzó por la zona del Diablo, pero como los trabajos se efectuaban por debajo del monte, fue preciso abandonar las trincheras a causa del destrozo que causaban en los sitiadores la gran cantidad de piedras que arrojaban los británicos desde la escarpa. Posteriormente se emprendieron ataques por el otro lado del itsmo, que fracasaron igualmente a pesar de que era el punto de ataque más apropiado.

Ambos ataques contaron con la desaprobación de Verboom, quien en un dictamen presentado al Consejo de Generales que se celebró en enero de 1727 informó al marqués de las Torres de lo siguiente:

    "... es infructuoso el ataque por tierra, y mientras no haya fuerzas marinas para contrarrestar las inglesas y hacer el ataque verdadero por mar, ... con sólo una división en el itsmo es quimera pretender ganar a Gibraltar."

La superioridad naval británica daba la razón a Verboom y puso de manifiesto lo inútil del asedio, pues sus barcos abastecían a la colonia por mar. Los ingenieros directores don Francisco Montaigu y don Diego Bordik corroboraron esta opinión al marqués de las Torres el 18 de mayo de 1727, en su respuesta a la pregunta sobre la posibilidad de continuar el asedio, que calificaron de infructuoso.

Las hostilidades entre ambos países no alcanzaron el estado de guerra abierta, y se limitaron al escenario gibraltareño. El final de esta tentativa española de recuperación del peñón ocasionó más de 600 muertos y gastos cuantiosos, sin más resultado que la construcción de una línea de fortificaciones frente a Gibraltar proyectadas por Verboom, origen de la ciudad de la Línea de la Concepción (corrupción del término "contravalación").

La Paz de París

Francia, cuyo primer ministro Fleury, de 73 años, era firme partidario de la paz, negoció un acuerdo de paz que se firmó en París en mayo de 1727:

  • España concedía revocar los privilegios concedidos al imperio austríaco en el tratado de Viena. Además, confirmó los privilegios comerciales que gozaba Inglaterra.

  • Inglaterra y Francia se comprometieron a ayudar a España a introducir guarniciones militares en Parma y Toscana. De esta manera, tropas españolas llevaron a cabo en 1731 la ocupación de Parma.

El julio de 1727 las tropas españolas levantaron el cerco del peñón. España e Inglaterra ratificaron sus acuerdos en la Convención de El Pardo en marzo de 1728.





FUENTES: