HISTORIA MILITAR DE ESPAÑA
Ingenieros Militares Ilustres



TENIENTE GENERAL D. ANTONIO REMÓN ZARCO DEL VALLE Y HUET
(1785 - 1866)

Ingeniero General durante 15 años en dos ocasiones (1843-54 y 1856-60); gran reformador del Arma y de la Academia de Ingenieros durante el siglo XIX

Promoción: Primera de Alcalá de Henares (1° época)
Número de escalafón: 3 de Alcalá de Henares (1° época)
Número de promoción: 3

D. Antonio Remón Zarco del Valle y Huet (1785 - 1866) nació en La Habana (Cuba) el 30 de mayo de 1785. Su padre pertenecía al Cuerpo de Ingenieros. Ingresó en el servicio en 1791 como cadete menor de edad en el Regimiento de Infantería del Príncipe, en 1797 como cadete con antigüedad, siendo ascendido a Subteniente de Infantería del mismo regimiento en 1800. En 1801 tomó parte con su Regimiento en la campaña de Portugal de ese año, destacando en el sitio y toma de la plaza de Campomayor.

En 1803 ingresó en la recién creada Academia de Ingenieros de Alcalá de Henares, siendo promovido a Subteniente de Ingenieros ese mismo año y a Teniente en 1806 después de superar los exámenes correspondientes.

Durante la guerra de la Independencia alcanzó merecido renombre técnico y militar. Inició la guerra como Capitán de Ingenieros, y en junio de 1808 fue nombrado Secretario de la Guerra de la Junta Superior de Gobierno que se estableció en Sevilla. Posteriormente intervino activamente en las batallas de Bailén, Tudela, Almonacid y Ocaña, siendo recompensado posteriormente con la Cruz de San Fernando de 1° Clase, Sencilla, por su valor en las dos últimas batallas mencionadas. En 1810 y 1811 participó intensamente en la defensa de Cádiz. Este último año fue ascendido a General del Ejército, manteniendo el empleo de Capitán de Ingenieros. También en 1811 participó en la batalla de Sagunto, por cuyo valor se le recompensó con una segunda Cruz de San Fernando de 1° Clase, Sencilla. En 1812 ascendió a Teniente Coronel de Ingenieros. Ese mismo año cayó prisionero de los franceses en Valencia. Fugado en abril de 1814, pudo entrar en Francia con el ejército aliado.

Finalizada la guerra, se le ascendió a Brigadier de Ingenieros en 1815 y fue nombrado vocal de la Junta Superior Facultativa del Cuerpo. En 1816 se le destinó al Ejército de Observación de los Pirineos, si bien hasta 1819 estuvo a las órdenes inmediatas del Ministro de la Guerra.

Tras el levantamiento del coronel D. Rafael Riego en Cabezas de San Juan y la proclamación por las Cortes del nuevo Gobierno Constitucional, en 1820 el general Zarco del Valle fue nombrado Subsecretario interino del Ministerio de la Guerra, cargo en el que se confirmó al siguiente año. En 1821 se le ascendió a Mariscal de Campo y se le nombró sucesivamente jefe del ejército de Castilla la Nueva y jefe político de Barcelona. En 1822 fue nombrado Comandante General de Aragón y a continuación Gobernador Militar de Madrid y Ministro plenipotenciario ante Inglaterra. Durante estos años el general Zarco del Valle combatió contra las facciones realistas opuestas al nuevo Gobierno Constitucional en las zonas de Ayerbe, Acampel, Bolea y Tiesmas. En 1823 se encargó de la defensa de Madrid fue nombrado Jefe de Estado Mayor del ejército constitucional que se opuso a la entrada en España del ejército francés al mando del Duque de Angulema.

Tras la derrota de las Cortes en Cádiz y el retorno del absolutismo de Fernando VII, el general Zarco del Valle fue sometido a un proceso de depuración de responsabilidades tras el cual fue separado del servicio.

Tras diez años apartado del ejército, en 1833 fue llamado para reincorporarse al servicio con ocasión del estallido de la Primera Guerra Carlista, de tal suerte que entre 1833 y 1834 desempeñó por un año el cargo de Ministro de la Guerra. En 1835 fue nombrado Inspector General de los Ejércitos del Norte y Reserva. En 1836 fue ascendido a Teniente General, y hasta 1840 estuvo en Francia, primero con licencia por heridas y posteriormente en comisión de servicio.

Finalizada la guerra, en 1843 fue nombrado Ingeniero General, cargo que habría de desempeñar durante 15 años en los periodos 1843-54 y 1856-60. Durante su mando al frente del Cuerpo de Ingenieros, el general Zarco del Valle acometió una profunda reorganización del mismo, poniéndolo a la altura de los mejores de entre los ejércitos europeos. De entonces datan los grandes progresos en la instrucción del Cuerpo, tanto de los oficiales como de sus tropas. Fruto de sus iniciativas fueron, entre otras, la creación del Gimnasio en el Regimiento de Zapadores (1846), del Servicio de Extinción de Incendios (1846) y de los gabinetes para la enseñanza en la Academia; la inclusión de los Trenes de Herramientas de las compañías de Ingenieros; la creación de la Brigada Topográfica (1847) y de los Talleres del Material de Ingenieros; mejoró los edificios de la Academia y fomentó y dotó de forma importante la biblioteca y el museo.

En 1846 fundó el Memorial de Ingenieros, revista técnica que ha llegado hasta nuestros días; comenzó la publicación de los Estados (escalillas) anuales de los oficiales de Ingenieros; finalmente, creó las Comisiones de Indagaciones en el extranjero para fomentar la actualización constante de conocimientos, las Comisiones de Historia en los Archivos de Simancas, Indias y Corona de Aragón, y el Concurso Anual de Premios.

El general Zarco del Valle imprimió su actividad a todas las ramas del servicio, impulsó a todos al estudio y al trabajo, promovió mejoras, estimuló al mérito, recabó recursos para fortificaciones y obras de acuartelamientos y, en definitiva, dejó profunda huella de su paso al frente del Cuerpo de Ingenieros. Más tarde, otros Ingenieros Generales impulsaron también mejoras y promovieron progresos, pero ninguno igualó el grado de actividad, celo y entusiasmo del general Zarco del Valle.

Desempeñó los cargos de senador del Reino, Consejero de Estado, Ministro de la Guerra, Padre de provincia en la de Álava, Ministro Plenipotenciario de S.M. y gentilhombre de cámara con ejercicio.

Fue asimismo Presidente de la Real Academia de Ciencias y miembro de veintitres academias y sociedades: de la Española; de la de Historia; de las de Ciencias y Artes de Barcelona; de la de Buenas Letras de Barcelona; de la de Ciencias de Sevilla; de las de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, San Luis de Zaragoza y la Concepción de Valladolid; de la Imperial de Ciencias de San Petersburgo; de la de las Ciencias Militares de Suecia; de la de Ciencias "dei nobi lincci" de Roma; de las Sociedades de Geografía de París y Geología y Meteorología de Francia; de las de Económicas Matritense, Aragonesa, de Jaén, Lucena, Baeza, Granada, Pontevedra, Puerto Rico y la Habana.

Fue recompensado con dieciséis condecoraciones nacionales: caballero de la insigne orden del Toisón de Oro; caballero Gran Cruz de la Real distinguida orden española de Carlos III; caballero de la orden americana de Isabel la Católica; tres veces caballero de primera clase de la Orden Militar de San Fernando; caballero de la orden militar de San Hermenegildo; cruces de distinción de las batallas de Bailén, Aranjuez, Almonacid, Chiclana y la Albuera; cruces de distinción del segundo y tercer ejército de la guerra de la Independencia; nombrado dos veces benemérito de la Patria.

Fue asimismo recompensado con cinco condecoraciones extranjeras: caballero de la muy noble y militar orden de San Benito de Avís de Portugal, de la Águila Roja de Prusia, de la de Leopoldo de Austria, de la de los santos Mauricio y Lázaro de Cerdeña y Gran Oficial de la Legión de Honor de Francia.

El general Zarco del Valle murió el 21 de abril de 1866. Su retrato se custodia en la Sala de Banderas de la Academia de Ingenieros. El acuartelamiento del actual Regimiento de Guerra Electrónica Táctica núm. 31 lleva el nombre de este insigne ingeniero militar desde su construcción en el primer tercio del siglo XX.

En marzo de 1995 la Inspección de Ingenieros acordó por mayoría seleccionar a este insigne ingeniero para dar nombre al premio Ingeniero General Zarco del Valle, creado forma oficial mediante la Orden Ministerial 152/1996 de 19 de septiembre para distinguir a aquellos miembros del Arma que sobresalgan de forma excepcional por sus virtudes militares y capacidad profesional acreditados por su prestigio, constante disponibilidad, dedicación y eficacia en el servicio.



FUENTES: